El delicado equilibrio de la salud suele afectarse por una disfunción del suelo pélvico, sobre todo después de cierta edad. Estas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida. Tanto para hombres como mujeres, estas afecciones se manifiestan de diversas formas, desde la incontinencia hasta el dolor. En este sentido, es crucial conocer los signos que indican la presencia de problemas en el suelo pélvico, adoptar medidas preventivas en el estilo de vida y buscar los enfoques de tratamiento adecuados. Abordar estas disfunciones con prontitud puede restablecer el bienestar y permitir una vida plena y activa.
¿Cuáles son las disfunciones más frecuentes del suelo pélvico?
Las disfunciones del suelo pélvico, comunes en ambos géneros, pueden causar molestias significativas. En mujeres, la incontinencia urinaria es uno de los síntomas más incómodos. Implica pérdida de control de la vejiga debido a la debilidad muscular. Además, la dispareunia, o dolor durante o después de la actividad sexual, no es infrecuente en estos casos.
Los hombres, al igual que las mujeres, pueden presentar complicaciones derivadas de un escaso ejercicio del suelo pélvico. La disfunción eréctil, provocada por músculos pélvicos tensos que dificultan el flujo sanguíneo al pene, es una de las sintomatologías posibles. La incontinencia urinaria también aparece. Esta es causada por la debilidad de los músculos que controlan el flujo urinario. La inflamación de la próstata también puede tensar los músculos pélvicos, causando dolor y disfunción.
¿Cuáles son sus síntomas para saber identificarlas?
Identificar la disfunción del suelo pélvico a tiempo es crucial para lograr una prevención adecuada. En mujeres, la incontinencia urinaria, pérdida involuntaria de orina al reír o toser, es uno de los signos más notables. Por otra parte, el prolapso uterino puede causar sensación de presión en la pelvis. La dispareunia (dolor durante o después de las relaciones sexuales) también es un indicativo de algún problema en el suelo pélvico.
En hombres, la disfunción eréctil y la incontinencia después de la cirugía de próstata son muy comunes. Además, experimentar dolor en la región pélvica al estar sentado, durante o después de eyacular, puede entrañar problemas. Si se experimenta alguno de estos síntomas, consultar a un profesional de la salud es esencial.
¿Qué podemos hacer para prevenirlas?
La prevención de disfunciones del suelo pélvico es posible con medidas simples. Es muy aconsejable mantener estos cinco hábitos para reducir el riesgo de disfunciones del suelo pélvico y mejorar la calidad de vida en general:
- Mantener un peso saludable reduce la presión sobre los músculos pélvicos.
- Fortalecer el suelo pélvico a través de ejercicios regulares, como los Kegel, es clave.
- Evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en fibra, fruta y verdura fresca, y pobre en grasa, azúcar y sal.
- Al realizar actividades que impliquen levantar objetos pesados, es vital utilizar técnicas adecuadas para evitar la tensión en esta área.
- Adoptar una postura correcta al sentarse y al realizar esfuerzos también contribuye a la prevención.
¿Cómo podemos tratarlas?
El tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico varía según la gravedad, el momento en el que se descubre la incidencia y las preferencias y posibilidades del paciente. En cualquier caso, la fisioterapia juega un papel fundamental, desde el diagnóstico hasta la recomendación de ejercicios específicos para fortalecer y relajar los músculos pélvicos.
Las técnicas de liberación miofascial también son efectivas para reducir la tensión muscular. En casos más complejos, se pueden considerar opciones como la terapia de biofeedback, que mejora la conciencia y el control muscular. En algunos casos graves, la cirugía podría ser necesaria para corregir el problema subyacente. Es vital consultar a un profesional de la salud especializado para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. Solo ellos están cualificados para ofrecer una respuesta satisfactoria en cada caso particular de disfunción del suelo pélvico.