Los nuevos casos de cáncer de próstata han seguido un aumento progresivo en los últimos años. En España, en 2022, aparecieron 35862 casos nuevos, según cifras de la Asociación Española contra el Cáncer. En el mundo, la cifra casi alcanza el millón y medio de personas.
¿Cómo se detecta el cáncer de próstata y en qué consiste la prueba de detección?
Es una enfermedad que puede detectarse a través de distintas pruebas de detección específicas. Las dos principales son las que vemos a continuación:
- Antígeno prostático específico (PSA): Se trata de una proteína que produce la próstata y que puede elevar su nivel en caso de la presencia de esta enfermedad. Para realizar esta prueba, se toma una muestra de sangre y se analiza en un laboratorio para medir sus niveles.
- Examen digital del recto (DRE): Es un examen que lleva a cabo el médico introduciendo un dedo enguantado y lubricado en el recto del paciente. El objetivo es detectar cualquier anomalía o cambio en el tamaño, forma o textura de la glándula prostática.
¿Presenta síntomas o es silencioso?
El cáncer de próstata puede ser asintomático o presentar síntomas, según lo avanzado que esté y su agresividad. En etapas tempranas no genera síntomas visibles, en cambio, en las más avanzadas estos son los síntomas más significativos:
- Dificultad para orinar.
- Aumento de la frecuencia urinaria.
- Dolor en la parte baja de la espalda, caderas o pelvis.
- Sangre en la orina o el semen.
- Dolor o molestias al orinar.
¿Cada cuánto se debe hacer una revisión?
La frecuencia que recomendamos para las revisiones varía en función de diferentes factores, como la edad o el historial médico de cada persona. Para hombres con un riesgo normal es recomendable que entre los 50 y los 70 años se hagan revisiones de este tipo. En caso de que los resultados sean normales, el intervalo de tiempo entre prueba y prueba puede ser de 1 a 2 años.
¿Cuál es el tratamiento del cáncer de próstata?
Los principales enfoques de tratamiento para esta enfermedad son los que podemos ver a continuación.
Vigilancia activa
Para casos de bajo riesgo y crecimiento lento, los médicos pueden recomendar una vigilancia activa en lugar de un tratamiento inmediato. Esto implica realizar pruebas periódicas para monitorear el cáncer y solo comenzar el tratamiento si se observa un aumento significativo en su desarrollo.
Cirugía
La prostatectomía radical es una operación que implica la extirpación de toda la próstata y los tejidos circundantes que estén afectados.
Radioterapia
Se trata de la administración de radiación con el objetivo de destruir las células cancerígenas. Puede administrarse externamente (radioterapia externa) o internamente mediante semillas radiactivas (braquiterapia).
Quimioterapia
No es el tratamiento de primera línea para este tipo de enfermedad, sobre todo cuando está en una etapa temprana. En cambio, si es un cáncer de próstata avanzado o resistente a la castración, puede ayudar a reducir su crecimiento y mejorar los síntomas.
¿Cómo es la recuperación del cáncer de próstata?
En el caso de que haya sido necesaria la cirugía, esto es lo que podemos esperar después de ella:
- Hospitalización: El paciente debe permanecer algunos días hospitalizado para controlar su recuperación inicial.
- Drenajes y sondas: Se colocan para ayudar a drenar líquidos y orina de la zona quirúrgica.
- Recuperación en casa: Una vez dada el alta, el paciente continúa la recuperación en casa, siempre siguiendo las instrucciones del médico.
Si se ha tratado con quimioterapia o radioterapia, ambas suelen causar efectos secundarios, como fatiga, cansancio, molestias urinarias o irritación en la piel. Estos efectos disminuyen gradualmente al finalizar el tratamiento.
El cáncer de próstata afecta a un gran número de personas en el mundo, sin embargo, su porcentaje de recuperación si se detecta a tiempo es muy elevado. Contar con una clínica especializada como la nuestra, Salak Pelvicare, en Albacete, es crucial.